Tears in Heaven

Desde el principio, hubo algo de miedo en mi relación con Conor. Después de todo, era un padre part-time. Los chicos pueden ser muy despreciativos y crueles sin intención, y yo me tomaba sus palabras de un modo personal. Sin embargo, a medida que conseguía mantenerme sobrio, me sentía más y más cómodo con la idea de verlo. Así estaba en marzo de 1991, cuando arreglé para verlo en Nueva York, donde Lori y su nuevo novio, Silvio, planeaban comprar un departamento. En la noche del 19, pasé a buscarlo por el departamento de la calle 57 Este para llevarlo al circo en Long Island. Era la primera vez que salíamos juntos los dos solos, sin un acompañante, y yo estaba nervioso y excitado. Fue una gran salida. El no paró de hablar en toda la noche y estaba feliz de ver a los elefantes. Me di cuenta por primera vez de lo que significaba tener un hijo y ser padre. Me acuerdo de estar diciéndole a Lori, cuando volvimos, que desde ese momento los días que me correspondiera tenerlo, quería cuidarlo sin ayuda de nadie.

Carta a mi Mottita

Hola mi bebé, seguramente ahora te encuentras en un mejor lugar, no soy mucho de escribir pero el extrañarte hace que lo haga, nunca pensé que siendo mi mascota signifiques tanto para mi, nunca pensé que tu muerte me iba a afectar tanto aunque según yo decía estar preparado para todo, pero me doy cuenta que no es así, te extraño como no tienes idea, me dejaste un gran vacío, tan grande que nadie puede imaginar, llenaste mi vida de manera especial e increíble, eres la perdida mas grande que he tenido y aun no supero haberte perdido. Todos los días cuando llego a casa después del trabajo llego con la esperanza de verte saltando o moviéndome la colita pero abro la puerta y me doy cuenta de la realidad que ahora vivo, todo es silencio y vacío sin ti.
Tu camita y tu ropita aun siguen ahí donde las dejaste, en las noches antes de acostarme veo tu cama imaginando que estas ahí dormidita para darte las buenas noches pero nuevamente veo y me doy cuenta de mi triste realidad, estoy solo. Siento tantas cosas que no sé cómo expresarlas, siento un nudo en la garganta de no poder gritar y decir "porque te fuiste!", eras tan pequeña y bonita, no le hiciste daño a nadie, no merecías haber pasado por tanto dolor, te extraño mi Mottita, mi bebé.
El viernes cuando te fui a ver, ya estabas malita pero aun me reconocías, apenas escuchaste mi voz te quisiste parar y como no podías porque no tenias muchas fuerzas te pusiste a llorar, en ese instante se me partió el corazón y te agarre la cabecita y te calmaste pero me miraste de una manera tan especial y penetrante que sentí que me decías "sácame de acá, quiero estar contigo en mi casa".
Ese sábado maldito, el día de tu deceso, desde aquel momento en que recibí la noticia todo cambio para mí, me parecía mentira o un sueño verte ahí echadita sin respirar, fría y con los ojitos semiabiertos con una lagrima como diciéndome "no quería morir, me quería quedar contigo". Te extraño mucho, ahora te haz convertido en mi angelito y te aseguro que nunca te olvidare, no solo fuiste mi mascota sino también te considere mi bebé, el ser que lleno ese espacio vacío en mí de alegría.
Gracias por haber aparecido en mi vida, te quiero mi Mottita, mi bebita linda.


Adiós mi Ángel.

Video dedicado para mi Mottita

Mottita