viernes, 30 de julio de 2010

Encuentros clandestinos



Era sábado por la tarde, estaba aburrido en casa, 4pm echado en el mueble de la sala mirando tv, el celular no sonaba, nadie se acordaba de mi ni yo me acordaba de nadie, seguía aburrido y ya no deseaba estar encerrado en esta cárcel con pensamientos que me carcomen el corazón. Agarré el celular y llamé a Diego, él también estaba en su casa, estaba dormido, le dije para ir a su casa a conversar. Salí apresurado como si estuviera contra el tiempo, ya no quería pensar más -ni tampoco recordar- mientras caminaba para tomar el bus prendí un cigarro, las lágrimas se me caían pero las contenía cada vez golpeaba el cigarro, "no seas maricón y deja de llorar" me dije a mi mismo.

Llegué al departamento de Diego, nos saludamos y le dije para comprar unas cervezas, él me vio directo a los ojos y parece que se dio cuenta que necesitaba conversar.

martes, 6 de julio de 2010

Adiós, tu también


"No quiero verte más!, no quiero volver a saber más de ti, no quiero que sigas los pasos de todo lo que hago, desaparece de mi vida, eres una persona que nunca va a cambiar y nunca va a ser sincera con nadie, prometeme que nunca más vas a tratar de comunicarte conmigo". Esas fueron las últimas palabras que le dije, lo último que escuche de ella fue "te lo prometo". Ahi acabo todo, pero esta si seria la última vez.

Los dos primeros meses después de esa última conversación, me entere que nuevamente regreso con su ex-enamorado, tambien me entere que habia quedado embarazada y que aborto. Mientras tanto yo le seguia los pasos, me las ingenie para revisar su Facebook, Twitter y su e-mail. Le seguia los pasos en todo, me molestaba saber de ella pero me moria por saber como estaba.